¿QUÉ SIGNIFICA EDUCAR?
Aprendizaje - Educación - Domesticación
Joaquín Benito Vallejo
Queremos distinguir previamente los conceptos de aprendizaje, educación y
domesticación. Aunque generalmente educación y aprendizaje se utilizan
unidos y con el mismo significado, son aspectos distintos, sin dejar de tener en
cuenta que ambos se interrelacionan y pueden ser interdependientes.
En cuanto
al concepto de domesticación, he de decir, que esto es lo que se hace
habitualmente confundido y utilizado como educación, pero que es completamente contrario a ella.
Aprendizaje: capacidad innata mediante la cual
podemos conocer el medio que nos rodea, y adquirir recursos para intervenir en
él.
Educación: La formación y el desarrollo del SER,
basada en la interrelación mantenida con los padres.
Domesticación: Restricción de las capacidades del
niño y adoctrinamiento en los objetivos que la sociedad desea.
El
aprendizaje es una capacidad innata que tenemos todos los seres vivos,
no solo los humanos, la capacidad de conocer el medio en el que nos
movemos, en el que vivimos. Una capacidad, por otra parte, esencial
para vivir, ya que para vivir es necesario conocer el mundo en que se vive, sea
el de una bacteria, o el de un ser humano.
La raíz
del aprendizaje se asienta en el “reflejo de orientación” enunciado por Luria,
reflejo o capacidad innata para moverse en el medio entorno con el objetivo de
satisfacer todas las necesidades vitales.
Aprendemos
mediante nuestros sentidos, nuestro movimiento, y nuestras relaciones con los
demás y con el entorno. Los sentidos son las puertas básicas de la percepción y
del conocimiento, tanto de nosotros mismos como del entorno. Hay sentidos
interoceptivos y propioceptivos que nos permiten conocer nuestro propio cuerpo y sus funciones, así como la estructura anatómica. Y otros, exterocéptivos que nos permite conocer el mundo externo.
La
educación puede aumentar o restringir el aprendizaje. Puede
dar la posibilidad de enriquecer las percepciones, cultivar los sentidos, las
relaciones, abrir las puertas al mundo o entorpecer lo que en él se haga.
La
educación, a diferencia del aprendizaje, es fundamentalmente la actitud
psicológica relacional de los padres o maestros con los hijos o educandos.
La
educación, según mi definición radica, constituye incluso el marco de las
primeras interrelaciones y quehaceres que se establecen entre los padres y el
niño.
Unas relaciones de afectividad confirmante hacia
el niño, de confianza, de seguridad, y de respeto hacia los impulsos naturales
y las capacidades del niño.
Suponen el marco previo de la
educación, donde pueden darse las condiciones esenciales e imprescindibles
para que la educación se pueda desarrollar. Unas condiciones que
permitan -lo que es esencialmente la educación- el libre desarrollo de
las potencialidades naturales y humanas de los niños, sin presión,
represión, adoctrinamiento, seducción, ni normas estrictas ajenas al
desarrollo, ni otras moralidades, ni artimañas para conducir al niño donde
desean los adultos, aunque sea de una manera amigable y seductora.
Esto
es lo que definimos como educación.
Las relaciones materno y paterno
filiales -condiciones de la educación- deben establecerse por el placer, no por
la obligación. Por el deseo de vivir en relación de igualdad unos con otros,
por el deseo de respetar al otro para que encuentre y defina su propio ser e
individualidad y cultive sus propias capacidades. Por el reconocimiento del
niño como pleno ser, con sus propias necesidades y capacidades, que hay que
posibilitar.
(En otra página aparte, exponemos
cuáles son los pre-requisitos para que se dé esta educación: el ideario de la
haptonomía, y también de Montagú en “El contacto humano”, de E. Fromm, en “El
arte de amar” fundamentalmente y de Maturana entre otros. Así como la “teoría
del apego” de Bowlvy y las aportaciones de Spitz.)
Distinguimos
también educación, respecto de domesticación o adoctrinamiento,
además del concepto de aprendizaje. Depende de si es educación o domesticación
el aprendizaje será distinto, como hemos expuesto brevemente antes.
Vamos a ver ahora la diferencia entre educación y domesticación.
Mientras
que la educación posibilita, la domesticación inhibe. coarta, delimita,
reprime. Esto es además lo que se hace habitualmente y se entiende por
educación. Con lo cual, tenemos una idea equivocada de la educación.
La
domesticación es adoctrinamiento enraizado y sostenido por la represión de las
necesidades innatas naturales, biológicas. Ambas están basadas en la
psicología. La una -educación- abre las puertas para ofrecer todos los caminos
posibles. La otra -domesticación- las cierra, y ofrece solo un pasillo estrecho
por el que se ha de caminar.
Los
padres tienden a inculcar en sus hijos las normas y características sociales.
En su gran mayoría quieren para sus hijos lo mejor. Unos creerán que lo mejor
es obedecer las normas impuestas mediante el castigo o la represión, para otros
serán la seducción, para otros más el dejar hacer lo que le venga en gana sin
prácticamente ninguna orden. Todos se equivocan en mayor o menor medida. Porque
ninguno permite el libre desarrollo en el respeto y la convivencia con los
demás. En el respeto a sí mismo, el niño aprende el respeto a los demás. No en
el consentimiento ni en la represión. La educación es una tarea muy difícil
porque los padres no conocemos las necesidades del niño y no sabemos cómo
aplicar las medidas posibilitadoras para ello, ni hemos sido tampoco bien
educados. De ahí que se necesiten expertos teóricos y prácticos.
Cuando
las interrelaciones establecidas entre los adultos y los niños se basan en la
presión y la represión por la fuerza, del más fuerte que es el adulto, sobre el
débil que es el niño, basadas en la obediencia, en el castigo, impidiéndoles a
los niños el desarrollo de sus propios impulsos naturales humanos y de sus
capacidades potenciales, imponiendo en su lugar, normas, ideas, creencias y
comportamientos, la llamo domesticación. Hay otra versión edulcorada
de la domesticación, en la que no se utiliza la fuerza, sino la seducción, que
es igual de peligrosa que la que utiliza la represión. La seducción utiliza el
engaño con artimañas dulces.
Otra variante de la seducción puede ser la "racionalización”.
Exponiendo más o menos detalladamente, qué es lo mejor para el niño pensando en
el día de mañana, en el futuro, en que hay que tener un trabajo estable y bien
remunerado que dé de comer satisfactoriamente. (Expondremos aquí las ideas de Maturana al respecto)
Además, el Ministerio de Educación impone los programas, ajustándose estos en
su mayoría a lo que necesitan y proponen las empresas, dejando fuera, las
materias de letras, filosofía y artes. Lo único que se puede hacer es protestar
y exigir las materias excluidas y/o hacer cooperativas o asociaciones de padres
y maestros organizando las propias materias.
Mientras
que la educación es la base y condición para la realización y la independencia
de los niños y para su madurez psico afectiva, la domesticación por el
contrario implica el establecimiento de las condiciones adversas: la
neurotización, -la enfermedad mental-, la psico-patología, la des-realización,
la frustración, el esclavismo, la dependencia, la inmadurez, la hipocresía, la
maldad, o el aparentar ser, la obediencia encubierta con la culpabilización,
etc., etc.
Por todo
lo dicho previamente, vamos a definir la educación como: (1) extraer, sacar,
abrir, estimular, potenciar, desarrollar, satisfacer los impulsos
innatos como ser vivo y humano, así como todas sus capacidades
naturales potenciales.
No solo,
dar la posibilidad, de realizarse plenamente como ser humano, sino,
además, estimularlo y desarrollarlo en toda su casi infinita gama, y
con todos los recursos y medios posibles. / Esta estimulación
es la base para desarrollar lo que Gardner entiende por inteligencias múltiples
– desarrollo de todas las capacidades o inteligencias /
Esta
primera definición o acercamiento al significado de educar implica que
ha de basarse en el amor, -expuesto aparte-, y en plena libertad. Es
decir, sin obligar al niño, basándose en sus capacidades naturales con las
cuales nace. Es, no solo, permitir que estas capacidades naturales se
desarrollen sin cortapisas, lo cual sería la premisa primaria, sino, la
estimulación necesaria y natural extraída de las necesidades de su desarrollo
inscrito en su biología, para que ello brote y se desarrolle.
Esto es
lo que debe estar enmarcado previamente como una condición ambiental relacional
psíquica, para que la vida potencial e integral del niño nazca y se
desarrolle en el clima relacional de afectividad confirmante y respeto, donde
no puede darse la imposición, la presión ni la seducción. Donde no se deben dar
la imposición de normas ni creencias. El respeto y las normas se aprenden en la
convivencia.