miércoles, 6 de junio de 2018

Biologia-sociedad-2-capitalismo


Biología – Sociedad -2- Sociedad actual - capitalismo



Decía en un artículo anterior: Biología – Sociedad -1- Educación, que la sociedad era complementaria de la biología, en cuanto se encargaba de desarrollar las potencialidades ocultas en los genes que la biología había solo esbozadas para que se desarrollaran posteriormente por el medio social.

Pero la sociedad si no cumple ese requisito, se convierte en una “degenerada”, se estropea su servicio humano, convirtiendo a estos en meros guiñapos de su sombra.
Esto es lo que hace la sociedad actual en mayor medida.

La sociedad actual donde vivimos es una sociedad fundamentalmente capitalista y patriarcal –el capitalismo tiene su origen en el patriarcado- que se alimenta además de la religión católica y protestante en general, -que también son patriarcales-. –Como expone Fromm, -quizá tomado de M. Weber- el protestantismo supone una de las raíces del capitalismo al erigir el trabajo en uno de los valores supremos-

Una de las “leyes” básicas del capitalismo es la mercantilización: Considerar que todo es objeto de compra venta y lucro, los recursos naturales del planeta, incluidas las personas en cuerpo y alma, su pensamiento, su cuerpo, su hacer. De ahí se derivan todas las demás leyes.

Ningún un individuo aislado, ni los individuos en particular pueden influir en gran medida en el desarrollo social, con alguna excepción. Generalmente son las instituciones y las organizaciones construidas por aquellos individuos que disponen de poder y de medios para ello, quienes más influyen en el mantenimiento y reproducción de las normas sociales.

El capitalismo se ha erigido como gerente de la sociedad y quienes detentan el poder son esencialmente capitalistas. Porque, además, el capitalismo ha impedido que otras instancias consideradas contrarios al capitalismo no accedan al poder, utilizando para ello las múltiples estrategias y recursos de poder de que dispone. Incluso cuando éstas no han valido para hacerse con el poder e imponer sus intereses, utilizando la fuerza, golpes de estado, guerras, terrorismo, etc., como se ha visto claramente en países de América Latina, por ejemplo.  
Por tanto, el capitalismo se ha hecho con todas las instituciones de los estados y las ha utilizado exclusivamente para su propio beneficio.
Hay que tener en cuenta, y no olvidarlo, que el capitalismo no es ninguna entidad abstracta, aunque lo parezca y quizá se sirva de esa abstracción porque le interesa también para lograr sus objetivos. El capitalismo lo representan personas codiciosas, que pretenden apoderarse de todos los bienes sociales y hacerlos propios, privados.
El capitalismo es hoy un cáncer para la humanidad, para toda la vida, animal y vegetal y por ello mismo, para muestro hábitat supremo: la tierra.
Es un cáncer porque quiere comerse el propio organismo que le da vida, sin ser consciente de que al acabar con el organismo que le mantiene, la tierra, la naturaleza y la humanidad, él mismo muere. De esto no se dan cuenta los capitalistas, creen o quieren creer, que los bienes que hay en la tierra no tienen límites. Con ese afán de lucro ilimitado están acabando con todos los recursos naturales y además llenando de basura nuestra tierra, con todos los desperdicios que utilizan para su lucro: plásticos, pesticidas, contaminantes, anhidrido carbónico, etc., etc.

Que la tierra esté poseída por 10 % de sus habitantes mientras el 90 % se mantiene en la miseria es una auténtica aberración. Que una sola persona acapare una riqueza de millones y millones de euros que necesitaría 3000 años para gastárselo, y gastándose 3000 euros al minuto -como acaban de decir de los gerifaltes de Googlees que se han jubilado- una auténtica aberración

Para poder conseguir el poder económico han aprendido a apoderarse a la vez del poder político, del poder mediático -de los medios de comunicación e información- del poder cultural y educativo, utilizándolo exclusivamente para su lucro. Además de las instituciones del estado, los medios de que dispone la sociedad capitalista son muchos y potentes: los llamados medios de comunicación que se convierte fundamentalmente en los mayores medios de manipulación; además de la iglesia; la cultura oficial; la educación oficial; etc. etc. 

A los individuos conscientes y contrarios a la ideología capitalista, mercantilista y explotadora de los seres humanos y del ecosistema en general, nos compete construir otras “instituciones alternativas” que contrarresten el dominio y manipulación de las instituciones oficiales capitalistas y abran la puerta al surgimiento de una sociedad más justa.

Hay que tener en cuenta entonces varios aspectos:
Todas las personas vivimos a la vez inmersas en la sociedad, pero dentro de ésta dominan y mandan otras entidades superiores a nosotros, de las cuales es muy difícil, por no decir imposible, poder desembarazarnos.  Pero por otro lado tampoco podemos ni queremos vivir aislados, ni fuera de la sociedad ni ajenos a ella. Queremos transformarla, hacerla mejor, no prescindir de ella. Queremos vivir con los demás compartiendo, no siendo explotados unos por otros. Queremos cumplir el papel social que debemos cumplir -como dijimos en el artículo anterior- hacer realizar las potencialidades humanas inscritas en sus genes, esas potencialidades que la biología ha encargado a la sociedad que ser humanos de un modo integral. No queremos hacer de los seres humanos peleles al servicio de los ricos capitalistas.

Las entidades que ejercen fundamentalmente el dominio sobre todos nosotros son los llamados medios de información y de comunicación en general: radio, televisión, prensa, y hoy día internet, sobre todo. A través de ellos se vierten continuamente modos de comportarse y modelos de vida, apoyados por la propaganda del consumo. Con todo ello la información deja de ser verídica y neutra, se mediatiza, se deforma, se tergiversa según convenga, se interpreta, se amplían los aspectos que se quiere y se esconden los que no conviene.
A través de los llamados medios de comunicación se vierte opinión, parecer, ideología, normas, imponiendo opiniones y estableciendo modos de hacer, de vivir  y de pensar. Pero lo más grave es que con ello se modula el cerebro, así como su forma de reaccionar, de pensar y de entender la realidad. Se sustituye la realidad por la ficción, la propia experiencia por versiones mediatizadas y manipuladas de la propia experiencia, como dice Jerry Mander (Cuatro buenas razones para eliminar la televisión). Todo ello supone una invasión de la mente que altera la conducta y cambia a la gente.
Y se basa en una relación de poder donde el poderoso nos invade en nuestra propia casa, en nuestra propia mente, para vendernos un producto que a la vez que les beneficia a ellos económicamente, nos inculca una ideología para que pensemos que eso es lo bueno y lo mejor y convirtiéndonos a la vez, en transmisores de la propaganda y de la ideología inculcada. 

Se crean así costumbres, modas, mitos, modelos a imitar, fábulas, mentiras, falsas necesidades y deseos, en los cuales se cae fácilmente sobre todo quienes no tienen una formación profunda y una actitud crítica. Haciéndonos creer que somos libres en nuestras elecciones. Haciéndonos creer que somos libres en nuestra propia esclavitud y explotación.

Hay que destacar en esto, el uso y abuso de  las tecnologías modernas: internet y móviles, los cuales en lugar de ser herramientas que sirvan para liberarnos de trabajo nos han  encadenado más aún, a depender de ellos y a través de ellos se crean comportamientos y  quizá en cierta medida se inhiben y destruyen capacidades aún no evaluadas, como la capacidad de escribir a mano con todo lo que ello conlleva  a niveles motrices y mentales, así como la capacidad de hablar, de experimentar y razonar por sí mismo. 
Además de ello, esas tecnologías producen dispersión, ansiedad, inquietud y nuevas necesidades creadas, no vitales.  Todo lo cual pone de manifiesto otra serie de carencias básicas como es la autorrealización propia, el afecto, la autoestima, la vinculación corporal y la comunicación física, no virtual.

El terreno de los medios de comunicación puede solucionarse en parte construyendo medios alternativos con libertad de expresión total que no estuvieran sometidos al poder económico, aunque siempre ellos tendrían el mayor dominio. Pero, tampoco los medios de comunicación son los únicos que crean opinión, aunque en gran medida sí.
Están la televisión, las series, los programas, la publicidad y miles de formas más de crear aptitudes y mentalidades, que se cuelan por todos los rincones, haciéndonos creer que son naturales, como por ejemplo las celebraciones de cumpleaños, comuniones, despedidas de solteros, bodas; las formas de vestir: mostrar los pechos, remarcar los glúteos…, la hiper-sexualización de la infancia, etc., que están desarrollando e imponiendo formas de vida y mentalidades, calificándolo de libertad. Peor aún se está fabricado robots con apariencia de personas libres, y no exagero ni un ápice.

Y generalmente las personas inconscientes -robots- creen que visten de esa manera porque son libres. 
A nadie se le ocurre pensar que son monigotes del sistema capitalista patriarcal y machista que considera y utiliza el cuerpo de la mujer, sobre todo, como reclamo de consumo.  A ello se añade la basura de las series que muestran comportamientos neuróticos, psicóticos, machistas o degenerados, haciéndolos pasar como manifestaciones naturales del libre albedrío, y que la gente, sobre todo los adolescentes se los está tragando e imitando, creyendo ser originales y libres.


Este es el ejemplo de cómo la sociedad se ha convertido en antagonista de la biología, no desarrollando las capacidades biológicas que el niño trae al nacer, -que en eso consiste la auténtica educación- sino, haciendo de los posibles humanos, marionetas al servicio del capital. Ello es posible por la plasticidad del cerebro humano, lo mismo puede convertirse en un ser bondadoso o en psicópata. 


























También desarrollan una gran influencia nefasta los programas de televisión donde cunde la banalidad, el exhibicionismo, la superficialidad,  donde se aprenden y se valoran miles de cosas estúpidas, a la vez que se desarrollan actitudes banales, estereotipos, basura psíquica…  ¿Cómo solucionarlo? Es sumamente difícil. Todo ello  forma parte del desarrollo capitalista neo-liberal y machista, que concibe a la mujer como medio de mercancía, propaganda y consumo. 
El tema de las tecnologías es grave también y difícil de solucionar en principio. Todo está unido y forma parte del mismo objetivo: la esclavización encubierta. Eso de que los niños estén adictos desde muy pequeños al móvil e internet es muy  grave. Quizá se pueda solucionar precisamente con la educación que propongo: si los niños están auto-realizados en todo momento  quizá no fueran tan dependientes de las tecnologías y lo que ello conlleva, porque si no tuvieran esas carencias básicas no estarían pendientes. Al menos han de crearse islas libres fuera del sistema capitalista. Se nos ha metido hasta los huesos.
Ante este panorama la educación alternativa familiar o de entidades privadas puede hace muy poco. Tenemos que ver como torear estas circunstancias, fuera de la familia, en los colegios, cuando el niño va teniendo más contacto con los demás y estos le transmitirán las formas establecidas de vida.

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