Biología – Sociedad -2- Sociedad actual - capitalismo
Decía en un artículo anterior: Biología
– Sociedad -1- Educación, que la sociedad era complementaria de la biología,
en cuanto se encargaba de desarrollar las potencialidades ocultas en los genes
que la biología había solo esbozadas para que se desarrollaran posteriormente
por el medio social.
Pero la sociedad si no cumple ese
requisito, se convierte en una “degenerada”, se estropea su servicio humano, convirtiendo
a estos en meros guiñapos de su sombra.
Esto es lo que hace la sociedad actual
en mayor medida.
La sociedad
actual donde vivimos es una sociedad fundamentalmente capitalista y patriarcal
–el capitalismo tiene su origen en el patriarcado- que se alimenta además
de la religión católica y protestante en general, -que también son
patriarcales-. –Como expone Fromm, -quizá tomado de M. Weber- el protestantismo
supone una de las raíces del capitalismo al erigir el trabajo en uno de los
valores supremos-
Una de las
“leyes” básicas del capitalismo es la mercantilización: Considerar que todo es
objeto de compra venta y lucro, los recursos naturales del planeta, incluidas
las personas en cuerpo y alma, su pensamiento, su cuerpo, su hacer. De ahí se
derivan todas las demás leyes.
Ningún un individuo aislado, ni los individuos en particular pueden influir en gran medida en el desarrollo social, con alguna excepción. Generalmente son las instituciones y las organizaciones construidas por aquellos individuos que disponen de poder y de medios para ello, quienes más influyen en el mantenimiento y reproducción de las normas sociales.
El
capitalismo se ha erigido como gerente de la sociedad y quienes detentan el
poder son esencialmente capitalistas. Porque, además, el capitalismo ha
impedido que otras instancias consideradas contrarios al capitalismo no accedan
al poder, utilizando para ello las múltiples estrategias y recursos de poder de
que dispone. Incluso cuando éstas no han valido para hacerse con el poder e imponer
sus intereses, utilizando la fuerza, golpes de estado, guerras, terrorismo,
etc., como se ha visto claramente en países de América Latina, por
ejemplo.
Por tanto,
el capitalismo se ha hecho con todas las instituciones de los estados y las ha utilizado
exclusivamente para su propio beneficio.
Hay que
tener en cuenta, y no olvidarlo, que el capitalismo no es ninguna entidad
abstracta, aunque lo parezca y quizá se sirva de esa abstracción porque le
interesa también para lograr sus objetivos. El capitalismo lo representan personas
codiciosas, que pretenden apoderarse de todos los bienes sociales y hacerlos
propios, privados.
El capitalismo
es hoy un cáncer para la humanidad, para toda la vida, animal y vegetal y por
ello mismo, para muestro hábitat supremo: la tierra.
Es un
cáncer porque quiere comerse el propio organismo que le da vida, sin ser
consciente de que al acabar con el organismo que le mantiene, la tierra, la
naturaleza y la humanidad, él mismo muere. De esto no se dan cuenta los
capitalistas, creen o quieren creer, que los bienes que hay en la tierra no
tienen límites. Con ese afán de lucro ilimitado están acabando con todos los
recursos naturales y además llenando de basura nuestra tierra, con todos los desperdicios
que utilizan para su lucro: plásticos, pesticidas, contaminantes, anhidrido
carbónico, etc., etc.
Que la
tierra esté poseída por 10 % de sus habitantes mientras el 90 % se mantiene en
la miseria es una auténtica aberración. Que una sola persona acapare una riqueza
de millones y millones de euros que necesitaría 3000 años para gastárselo, y
gastándose 3000 euros al minuto -como acaban de decir de los gerifaltes de
Googlees que se han jubilado- una auténtica aberración
Para poder
conseguir el poder económico han aprendido a apoderarse a la vez del poder
político, del poder mediático -de los medios de comunicación e información- del
poder cultural y educativo, utilizándolo exclusivamente para su lucro. Además
de las instituciones del estado, los medios de que dispone la sociedad
capitalista son muchos y potentes: los llamados medios de comunicación que se
convierte fundamentalmente en los mayores medios de manipulación; además de la
iglesia; la cultura oficial; la educación oficial; etc. etc.
A los
individuos conscientes y contrarios a la ideología capitalista, mercantilista y
explotadora de los seres humanos y del ecosistema en general, nos compete
construir otras “instituciones alternativas” que contrarresten el dominio
y manipulación de las instituciones oficiales capitalistas y abran la puerta al
surgimiento de una sociedad más justa.
Hay que
tener en cuenta entonces varios aspectos:
Todas las
personas vivimos a la vez inmersas en la sociedad, pero dentro de ésta
dominan y mandan otras entidades superiores a nosotros, de las cuales es
muy difícil, por no decir imposible, poder desembarazarnos. Pero por
otro lado tampoco podemos ni queremos vivir aislados, ni fuera de la sociedad
ni ajenos a ella. Queremos transformarla, hacerla mejor, no prescindir de ella.
Queremos vivir con los demás compartiendo, no siendo explotados unos por otros.
Queremos cumplir el papel social que debemos cumplir -como dijimos en el
artículo anterior- hacer realizar las potencialidades humanas inscritas en sus
genes, esas potencialidades que la biología ha encargado a la sociedad que ser
humanos de un modo integral. No queremos hacer de los seres humanos peleles al
servicio de los ricos capitalistas.
Las entidades que
ejercen fundamentalmente el dominio sobre todos nosotros son los
llamados medios de información y de comunicación en general: radio,
televisión, prensa, y hoy día internet, sobre todo. A través de ellos se
vierten continuamente modos de comportarse y modelos de vida, apoyados por
la propaganda del consumo. Con todo ello la información deja de ser verídica y
neutra, se mediatiza, se deforma, se tergiversa según convenga, se
interpreta, se amplían los aspectos que se quiere y se esconden los que no
conviene.
A través
de los llamados medios de comunicación se vierte opinión, parecer,
ideología, normas, imponiendo opiniones y estableciendo modos de hacer, de
vivir y de pensar. Pero lo más grave es que con ello se
modula el cerebro, así como su forma de reaccionar, de pensar y de entender
la realidad. Se sustituye la realidad por la ficción, la propia
experiencia por versiones mediatizadas y manipuladas de la propia experiencia,
como dice Jerry Mander (Cuatro buenas razones para
eliminar la televisión). Todo ello supone una invasión de la mente
que altera la conducta y cambia a la gente.
Y se basa
en una relación de poder donde el poderoso nos invade en nuestra propia
casa, en nuestra propia mente, para vendernos un producto que a la vez que
les beneficia a ellos económicamente, nos inculca una ideología para que
pensemos que eso es lo bueno y lo mejor y convirtiéndonos a la vez, en
transmisores de la propaganda y de la ideología inculcada.
Se crean así
costumbres, modas, mitos, modelos a imitar, fábulas, mentiras, falsas
necesidades y deseos, en los cuales se cae fácilmente sobre todo quienes no tienen
una formación profunda y una actitud crítica. Haciéndonos
creer que somos libres en nuestras elecciones. Haciéndonos creer que somos
libres en nuestra propia esclavitud y explotación.
Hay que
destacar en esto, el uso y abuso de las tecnologías modernas:
internet y móviles, los cuales en lugar de ser herramientas que sirvan para
liberarnos de trabajo nos han encadenado más aún, a depender de
ellos y a través de ellos se crean comportamientos y quizá
en cierta medida se inhiben y destruyen capacidades aún no
evaluadas, como la capacidad de escribir a mano con todo lo que ello
conlleva a niveles motrices y mentales, así como la capacidad de
hablar, de experimentar y razonar por sí mismo.
Además de
ello, esas tecnologías producen dispersión, ansiedad, inquietud y
nuevas necesidades creadas, no vitales. Todo lo cual pone de
manifiesto otra serie de carencias básicas como es la autorrealización
propia, el afecto, la autoestima, la vinculación corporal y la comunicación
física, no virtual.
El
terreno de los medios de comunicación puede solucionarse en parte construyendo
medios alternativos con libertad de expresión total que no estuvieran
sometidos al poder económico, aunque siempre ellos tendrían el mayor dominio.
Pero, tampoco los medios de comunicación son los únicos que crean opinión,
aunque en gran medida sí.
Están la
televisión, las series, los programas, la publicidad y miles
de formas más de crear aptitudes y mentalidades, que se cuelan por todos los rincones,
haciéndonos creer que son naturales, como por ejemplo las celebraciones
de cumpleaños, comuniones, despedidas de solteros, bodas; las formas de vestir:
mostrar los pechos, remarcar los glúteos…, la hiper-sexualización de la
infancia, etc., que están desarrollando e imponiendo formas de vida y
mentalidades, calificándolo de libertad. Peor aún se está fabricado robots
con apariencia de personas libres, y no exagero ni un ápice.
Y
generalmente las personas inconscientes -robots- creen que visten de esa
manera porque son libres.
A nadie
se le ocurre pensar que son monigotes del sistema capitalista patriarcal y
machista que considera y utiliza el cuerpo de la mujer, sobre todo, como
reclamo de consumo. A ello se añade la basura de las series que
muestran comportamientos neuróticos, psicóticos, machistas o degenerados,
haciéndolos pasar como manifestaciones naturales del libre albedrío, y que la
gente, sobre todo los adolescentes se los está tragando e imitando,
creyendo ser originales y libres.
Este es el
ejemplo de cómo la sociedad se ha convertido en antagonista de la biología, no
desarrollando las capacidades biológicas que el niño trae al nacer, -que en eso
consiste la auténtica educación- sino, haciendo de los posibles humanos,
marionetas al servicio del capital. Ello es posible por la plasticidad del
cerebro humano, lo mismo puede convertirse en un ser bondadoso o en psicópata.
También desarrollan una gran influencia nefasta los programas de televisión donde cunde la banalidad, el exhibicionismo, la superficialidad, donde se aprenden y se valoran miles de cosas estúpidas, a la vez que se desarrollan actitudes banales, estereotipos, basura psíquica… ¿Cómo solucionarlo? Es sumamente difícil. Todo ello forma parte del desarrollo capitalista neo-liberal y machista, que concibe a la mujer como medio de mercancía, propaganda y consumo.
El tema de las
tecnologías es grave también y difícil
de solucionar en principio. Todo está unido y forma parte del mismo objetivo:
la esclavización encubierta. Eso de que los niños estén adictos desde muy
pequeños al móvil e internet es muy grave. Quizá se pueda solucionar precisamente
con la educación que propongo: si los
niños están auto-realizados en todo momento
quizá no fueran tan dependientes de las tecnologías y lo que ello
conlleva, porque si no tuvieran esas carencias básicas no estarían pendientes.
Al menos han de crearse islas libres fuera del sistema capitalista. Se nos ha
metido hasta los huesos.
Ante este panorama la educación alternativa familiar o de
entidades privadas puede hace muy poco. Tenemos que ver como torear estas
circunstancias, fuera de la familia, en los colegios, cuando el niño va
teniendo más contacto con los demás y estos le transmitirán las formas
establecidas de vida.
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