Cuantas más luces menos se ve y más impedimento hay para ver. Luces de colorines, flases, intermitencias, resplandores, figuritas… Uno se queda obnubilado viendo las luces, imágenes que saltan, imágenes que insultan a veces.
Pero da igual uno está anonadado, sumergido, superfluo, no sabe lo que ve, se queda extasiado, seducido, convencido, anestesiado, hipnotizado, embriagado.
Mensajes contradictorios, que uno lo asume como lo más natural sin entender nada de nada. Uno es gay, pero vota a Vox, uno es obrero y explotado, pero vota al PP. Una es mujer y feminista, pero se muestra como objeto sexual. Los negros votan al Ku Klus Klan, Los judíos votan a los nazis. Un caos.
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