Sufrió una gran pena cuando se dio cuenta de que su madre no le había tocado, no le había abrazado.
Tardó en aceptarlo.
Al principio ni siquiera quiso darse por enterado. Le daba miedo saber aquello.
Hay muchas cosas que da miedo saber. Por eso preferimos sentir miedo de no saber, quedándonos en la antesala del saber. Nos da miedo cruzar la puerta porque al otro lado está la luz. Preferimos sufrir en la oscuridad tiritando de miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario