FLUIR – Una psicología de la felicidad –
Mihaly
Csikszentmihalyi –
(se pronuncia: Cis-zen-mijali)
Ed. Kairós –
Barcelona 1996
Recopilación por Joaquín Benito Vallejo
La felicidad no apunta a un estúpido hedonismo sino a la asunción consciente de un reto.en la propia conciencia momento a momento,
en el propio esfuerzo y creatividad.
En este
libro: Fluir o Flujo, se va a
exponer cómo funciona la conciencia y
cómo se controla (1). Si somos capaces de controlar la información que nos
ofrecen las experiencias, seremos capaces de decidir cómo será nuestra vida.
El
estado óptimo de experiencia interna es cuando hay orden en la conciencia, lo que sucede cuando la energía psíquica o atención se utiliza para obtener metas
realistas y cuando las habilidades
encajan con las oportunidades para actuar.
La búsqueda de un objetivo trae orden a la conciencia porque una persona
debe concentrar su atención en la tarea y olvidarse momentáneamente de todo lo
demás.
Estos
momentos para superar desafíos es lo que la gente define como los mejores
momentos de su vida. Controlar su
energía psíquica, utilizarla conscientemente para llegar a una meta, le
desarrolla y le convierte en un ser más rico y complejo.
Para
comprender porqué algunas cosas nos hacen disfrutar más que otras, debemos revisar las condiciones de la experiencia
de flujo.
Flujo es lo
que la gente define como su estado mental
cuando la conciencia está ordenada armoniosamente.
Para
conseguir control sobre lo que sucede en nuestra mente, podemos recurrir a un
infinito abanico de medios con el objetivo de desarrollar las habilidades físicas y sensoriales, desde el
atletismo, la música, o el yoga, así como el
desarrollo de habilidades simbólicas como la filosofía, la poesía o la
matemática.
Es crucial
que uno aprenda a transformar el trabajo
en actividades que produzcan flujo y a pensar la manera de conseguir que las relaciones con sus
allegados sean más placenteras.
Y también,
la forma en que las personas consiguen disfrutar
de la vida a pesar de situaciones adversas, tensiones, accidentes o
enfermedades. Llegar a unir todas sus experiencias en un conjunto con sentido.
Ser delgado,
rico, fuerte, guapo, deja de importar, no sirve para nada.
El libro "Fluir" va a describir lo que está involucrado en alcanzar estos objetivos: ¿Cómo se controla la conciencia? ¿Cómo se
ordena para que la experiencia sea placentera? ¿Cómo se consigue la
complejidad? ¿Cómo podemos crear sentido?
Las reglas son sencillas y claras
y están al alcance de cualquiera. Pero hay muchas fuerzas tanto dentro de
nosotros como fuera que obstaculizan el camino. No podemos perder la
oportunidad de tener una vida que valga la pena vivir.
Vamos a ver
algunos de los obstáculos que impiden la realización.
En los cuentos y mitos,
antes de vivir felices, los héroes tenían que enfrentarse a fieros dragones y guerreros
perversos. Esta es una metáfora que se aplica a la exploración de la psique.
La
principal razón por la que resulta tan difícil alcanzar la felicidad, se centra en
el hecho de que el universo no ha sido creado para satisfacer nuestras
necesidades.
Cuando una necesidad es cubierta, inmediatamente deseamos más. Es
una insatisfacción crónica que hallamos en el camino. Para vencer estos
obstáculos cada cultura ha desarrollado instrumentos protectores: religiones,
filosofías, artes, costumbres, que sirven de escudo frente al caos.
Nos ayudan
a creer que controlamos lo que está ocurriendo, pero al poco tiempo podemos
darnos cuenta de que estamos en un error.
J.S. Mill escribió: no son posibles los cambios en el destino
de la humanidad hasta que tenga lugar un cambio en su modo de pensar. Cómo nos
sentimos determina la alegría de vivir y esta depende de cómo la mente
interpreta las experiencias cotidianas.
Mientras que
la humanidad ha incrementado colectivamente sus poderes materiales cientos de
veces, no ha avanzado en mejorar el contenido de su experiencia.
La calidad de la vida no reside en la
posesión de bienes materiales, sino en la armonía interna de su ser.
En la construcción de una vida con sentido.
La educación no nos ha preparado para ser, vivir, y existir, sino solo para
sobrevivir con mentiras en un mundo hostil.
Podemos saber miles de cosas que no
sirven para nada, pero no sabemos quiénes somos.
Eso es lo que nos han enseñado
en las escuelas.
Cada persona
debe construirse una vida con sentido y disfrutar de ella. Un instrumento para
esta búsqueda lo ofrece la psicología. Esta nos ha enseñado, por ejemplo, que la
irracionalidad del adulto depende de su frustración infantil. Es importante
saber lo que es importante en la vida y lo que no lo es. Nos obligan a
sacrificar el presente para que el futuro sea bueno, pero este nunca llegará.
La sencilla verdad de que el control
de la conciencia determina la calidad de la vida se conoce desde siempre. Pero entonces, porqué estamos cada
vez más ciegos para encontrar nuestra felicidad. El problema es que no
constituye una formula mecánica que pueda aplicarse directamente. Por el
contrario, cada uno debe aprenderla por su propia experiencia. El control de la
conciencia debe reformularse en cada contexto cultural, no puede
institucionalizarse.
Cada uno deber ser capaz de ordenar
su conciencia y controlar sus pensamientos y sentimientos.
Y esto implica el conocimiento de
cómo se procesan, almacenan y utilizan los datos sensoriales.
¿Qué significa ser consciente?
Conocer
las sensaciones, los sentimientos, los pensamientos, las intenciones que están
teniendo lugar y ser capaces de dirigir su curso.
La conciencia es información
intencionalmente ordenada.
Podemos
denominar intenciones a la fuerza
que mantiene ordenada la información de la conciencia, organizándose en
jerarquías, por prioridad de objetivos.
El primer paso consiste en centrar la
atención, evitando las distracciones y mantenerla el tiempo necesario.
Existen muestras de personas que han recuperado su salud,
disciplinando su atención y evitando dispersarla en pensamientos y actividades
improductivas.
La forma y el contenido
de la vida dependen de como utilicemos la atención.
La atención es energía
psíquica, es la forma de utilizar esa energía para mejorar la calidad de la
experiencia.
El Yo y la
personalidad, conjunto de vivencias, recuerdos, acciones, deseos, y la forma de
ordenarlos y utilizarlos, está íntimamente relacionada con la conciencia y la
atención, en dependencia unas de otras.
Una de las
fuerzas adversas que entorpecen la conciencia es el desorden psíquico.
Esto ocurre cuando la información entra en conflicto con las
intenciones o cuando nos distrae impidiendo llevarlas a cabo.
Este estado puede
ser debido a inquietud, celos, miedo, rabia, dolor, etc.
Todas ellas son forma
de desorden que desvían la atención a objetivos no deseados impidiéndonos ser
libres para utilizarlas como deseamos. La energía psíquica se convierte
entonces en algo rígido e ineficaz.
La
conciencia puede desordenarse de muchas maneras. Puede aparecer en la
conciencia alguna información que entra en conflicto con las metas. Ante la
amenaza, cierta cantidad de atención tendrá que movilizarse para eliminar el
peligro. Cuando esto ocurre se da el desorden interior o entropía psíquica, desorganizando la personalidad y menoscabando la
efectividad. Este tipo de experiencias prolongadas pueden debilitar la
personalidad.
El estado opuesto de entropía
psíquica es la experiencia óptima.
Cuando la información que llega a la conciencia es congruente
con las metas, la energía fluye sin esfuerzo.
La experiencia óptima o
experiencia de flujo es una situación donde no hay ningún desorden ni ninguna
amenaza para la personalidad de la que haya que defenderse.
Es como si nos
dejáramos llevar por la corriente plácida de un río o estuviéramos flotando en
el espacio.
En el flujo tenemos control de nuestra energía y lo que hacemos
añade más orden a la conciencia.
Podríamos
poner como ejemplo de esto algunos ejercicios que hacemos en nuestras clases de
contacto corporal en grupo con otras personas.
Se llega al éxtasis y a la
autorrealización. El cuerpo se ha puesto al límite, cada parte está metida en
la acción total.
Requiere también autodisciplina, una batalla contra el desorden
psíquico, una pugna para establecer el control. Quien ha experimentado el flujo
sabe que el disfrute es profundo.
/Esto
también se ve claramente en nuestras clases mencionadas. /
Con estas
experiencias la organización de la personalidad crece y se va haciendo más
compleja.
La complejidad es fruto de
dos procesos psicológicos: la
diferenciación y la integración.
La
diferenciación implica un movimiento hacia la originalidad y separación de los
demás.
Mientras la integración se refiere a lo opuesto: unión con otras
personas, con ideas y entidades más allá de la personalidad.
La personalidad
compleja logra combinar estas dos tendencias opuestas.
La personalidad se hace
más diferenciada porque al superar el desafío la persona se siente más capaz y
experta.
Las experiencias de flujo nos van volviendo únicos, poseedores de
habilidades poco comunes.
La complejidad también involucra la integración de
las diferentes partes autónomas con la totalidad de los componentes individuales, cada uno diferente,
pero todos en contacto unos con otros.
Todo está centrado en la acción y se
enfoca hacia la misma
meta.
La experiencia está en armonía.
Y cuando la
experiencia de flujo ha pasado, uno se siente
más integrado no solo
internamente sino con las otras
personas y el mundo en general.
Una unión así
con otras personas es en sí mismo el éxtasis.
Solo cuando
la persona invierte en partes iguales su energía psíquica en estos procesos:
diferenciación e integración, se evita tanto el egoísmo como la conformidad y la
personalidad puede llegar a la complejidad.
Cuando optamos por una meta, nos involucramos en ella llegando a los límites de
nuestra concentración, lo que hagamos será profundamente agradable. El
flujo es importante tanto por lo agradable del momento presente como por la
confianza y habilidades que desarrolla para el futuro.
DISFRUTE Y
CALIDAD DE VIDA
Dos
estrategias principales que adoptar:
1- intentar que las condiciones externas
estén de acuerdo con nuestras metas;
2- Cambiar nuestra experiencia de las
condiciones externas para adaptarlas a nuestras metas.
Ninguna de las
estrategias es efectiva utilizada aisladamente.
Ninguno de los disfrutes que
proporcionan el poder, el dinero, la riqueza, el sexo, el placer nos proporcionan
la felicidad.
Es imposible disfrutar de nada si nuestra atención no está plenamente
concentrada en ello.
La fenomenología del disfrute tiene 7 componentes importantes:
1. La experiencia suele ocurrir cuando nos enfrentamos a tareas que tenemos al menos una oportunidad de lograr;
2. Debemos ser capaces de concentrarnos en lo que hacemos;
3. La concentración es posible porque la tarea tiene unas metas claras y nos ofrece una retroalimentación inmediata;
4. Se actúa sin esfuerzo con una profunda involucración que aleja de la conciencia las preocupaciones y frustraciones;
5. Las experiencias agradables permiten a las personas ejercer un sentimiento de control;
6. Desaparece la preocupación por la personalidad, aunque su propia personalidad surge mas fuerte tras la experiencia;
7. El sentido del tiempo se altera, las horas parecen minutos y los minutos horas.
Una actividad de goce, experiencia óptima o de flujo no es
necesario que sea una actividad física fuerte.
Una de las actividades de goce
mencionadas con más
frecuencia en todo el mundo es la lectura.
Leer es una actividad porque requiere concentración,
atención, meta y para realizarla hay que dominar las leyes del lenguaje y de la
escritura.
Incluye además la alfabetización, la capacidad de traducir las
palabras en imágenes, simpatizar con los personajes, reconocer los contextos
históricos, anticipar la trama, criticar y evaluar el estilo, etc.
En este
sentido, cualquier capacidad para manipular la información simbólica es una
habilidad, como la matemática, la música, etc.
Otra actividad agradable es estar con
otras personas.
También
requiere habilidades, de escucha, de saber expresarse hablando, de entender, de
empatía, de disfrutar con la otra u otras personas, de contarse sus
sentimientos.
Para quien no dispone de esas habilidades, la actividad no le
dice nada, no tiene ningún sentido, les puede incluso molestar.
Otra actividad
de goce puede ser una actividad competitiva.
Pero solo es así cuando solo es un
medio para perfeccionar las propias habilidades, cuando el antagonista es como
un ayudante complementario y no para mostrar estar por encima de él.
Incluso el
disfrute pasivo de la contemplación -sea pintura, paisaje, etc.-, es sumamente
agradable.
Más aún las actividades rutinarias cotidianas como segar el césped,
cuidar el jardín, pasear, esperar al autobús, etc., pueden ser agradables y
deben serlo solo por estar centrados sintiendo la acción o la contemplación.
El
disfrute aparece en la linde entre el aburrimiento y la inquietud.
Fluir
significa sentir el movimiento sin esfuerzo.
La satisfacción se halla en el
propio quehacer.
Escalar, bailar, escribir poesía…
Desear que esa acción dure
siempre. Fluir, seguir fluyendo.
EL EXCESO DE
ESTÍMULOS
Algunos
individuos podrían ser incapaces de
experimentar flujo.
Los esquizofrénicos
sufren de anhedonia que significa carencia de placer.
Este síntoma está
relacionado con el exceso de estímulos, la percepción de todos los estímulos
intrascendentes del entorno.
Es la incapacidad de mantener las cosas dentro o
fuera de la conciencia.
Las cosas simplemente suceden y no se tiene control
sobre ellas.
O vienen tan deprisa, que es imposible dominarlas y por tanto
perderse.
El exceso de estímulos, conduce al abotargamiento.
Al no poder
controlar los estímulos, no tener la capacidad de elegir y focalizar la
atención en uno de ellos, no saber discriminar los que interesan y los que no,
los canales sensoriales se cierran para evitar el bombardeo de estímulos y el
caos que conllevan.
Esto es sumamente importante porque las democracias
neoliberales actuales es lo que hacen para mantenernos fuera de la información
relevante.
Recuerdo la época del franquismo
que era una dictadura donde toda la información estaba controlada y disminuida
al máximo. La dictadura cayó y la democracia surgió, una y otra de modo casi
natural. Los quioscos se llenaron de periódicos y los medios empezaron a
soltar. A la escasez de información le sucedió el exceso de información. Toda
la información de todas las clases, más basura que información, también hay que
decir.
De tal modo que llegó a pasar lo que dije antes, pronto llegó un momento
en que nos hartamos de tanta información descontrolada que desconocíamos. Y
cerramos los ojos y los oídos a todo. Esto es lo que sucede en las democracias
actuales dominadas por el neoliberalismo, es tanta la información que nos
desborda.
Una persona culta dispone de
herramientas para tomar decisiones y saber elegir, mientras que la persona
ignorante carece de estas condiciones.
El neoliberalismo alimenta la ignorancia
a la vez que promueve la información basura, la única que el ignorante tiene la
capacidad de entender.
Es lo que
les pasa también a los niños diagnosticados como hiperactivos, que en realidad
tienen un exceso de estímulos que son incapaces de controlar, ni de elegir, y que
además, por otra parte, no juegan lo suficiente en la calle para expulsar su
exceso natural de tensión.
Se impide el flujo porque la energía está dispersa y
es errática.
El temor a
hacer el ridículo y así como el egoísmo también son obstáculos para tener experiencias
de flujo.
El primero porque se preocupa demasiado de lo que opinen los demás de
modo que se inhibe del posible disfrute.
El segundo porque su único interés es
lo que le es útil y beneficioso. En ambos casos la información es demasiado
rígida y encorsetada.
Los impedimentos para el flujo
también son poderosos a nivel social y ambiental.
La anomia y la alienación. La
explotación, la opresión, y la eliminación de los valores culturales impiden el
disfrute.
Anomia significa falta de reglas. E. Durkheim dio esta definición cuando
las condiciones sociales producían
normas confusas, no dejando claro lo que está y no está permitido. Y cuando
los valores tampoco son claros.
Hay gente poco inculta o rígida que necesita
esto claramente. Este derrumbe de valores suele ocurrir en las crisis económicas, aumento de prosperidad
rápido, o cambios culturales bruscos.
La alienación en cierto sentido es lo contrario.
Cuando la gente se ve obligada a actuar en contra de sus metas por la explotación o la burocracia.
Con la
anomia no está claro en qué invertir la energía, con la alienación no se puede
invertir en lo que se desea.
Son equivalentes a dos patologías de la
personalidad: los desordenes de la atención y el egoísmo.
La anomia corresponde a la ansiedad, la alienación corresponde al
aburrimiento.
Las influencias tempranas de la niñez son factores
determinantes de si una persona manifestará flujo fácilmente o no.
La manera en
que los padres se relacionen con el niño tendrá un efecto duradero sobre el
tipo de persona que ese niño llegará a ser.
El contexto familiar que produce experiencias
óptimas tiene cinco características.
-1- La claridad – las metas y la retroalimentación no
son ambiguas.
- 2- Centramiento – Los
padres se centran en lo que se
hace en el momento presente.
-3- La elección – Los niños sienten que
tienen variedad
de posibilidades de elegir.
- 4- el compromiso – o la confianza que hace sentirse al
niño
suficientemente cómodo.
-5- El desafío
– la dedicación de los padres a ofrecer a
sus hijos oportunidades cada vez más
complejas.
EL CUERPO EN
FLUJO
Aprender a
controlar el cuerpo y sus sentidos.
Todo lo que el cuerpo puede hacer es
potencialmente agradable.
Puede realizar multitud de funciones diferentes y
cada una de ellas puede ser una experiencia de flujo.
Incluso el acto físico
más simple puede ser una experiencia de flujo.
Concentrarse en lo que se hace – Sentir – desarrollar las sensaciones y
percepciones – realizar distinciones cada vez más precisas y complejas.
Caminar – la actividad más completa y
compleja – un arte.
Multitud de variedades – Centrándose en el propio
movimiento- En los lugares – en las personas –
El movimiento – la danza – Es quizá
una de las actividades más importantes procuradoras de flujo. Como medios de
expresión, comunicación y creatividad, -conexión con las emociones- con el
propio cuerpo, con el público y con el entorno. La suavidad, la lentitud, la
rapidez, la fluidez, la parada, el éxtasis….
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