jueves, 10 de agosto de 2023

LOS SENTIMIENTOS

TEORÍA DE LOS SENTIMIENTOS

Carlos Gurméndez

Editorial Fondo de Cultura Económica 1981




 


Los sentidos me obligan a entrar en contacto, a sufrir un estremecimiento diferente y particular a lo que sienten los demás ante el mismo objeto: yo puedo experimentar una deliciosa sensación al entrar en relación táctil y otros estremecerse de pavor o sufrir un dolor intenso. 

 

Existe un estado de excitabilidad enfermiza del sentido del tacto, el cual retrocede entonces, temblando ante cualquier contacto.

 

El tacto crea la sensualidad, la sensitividad del cuerpo: nos hace vernos, sentirnos, y proyectarnos hacia el mundo.

 

El cuerpo es el sentido de los sentidos.

No es objeto ni sujeto. -O AMBAS COSAS A LA VEZ-

Nunca es el mismo, está haciéndose diferente para existir. 

Cuanto más sensibles y gozosos somos, más doloridos y mortales nos sentimos.  

Sentirnos corporales es sufrir por todos los poros de nuestra piel. -O disfrutar-.

 

Vivirse es una efervescencia íntima. 

El mundo exterior le incita a agitarse, en un movimiento puro.

 

 

Es necesario que los cuerpos se acoplen para llegar a conocerse. Acoplarse significa cópula, perfecta juntura de un cuerpo con otro para compenetrarse y entenderse.

 

El tacto es contacto efímero, leve aproximación. 

 

Compenetrarse -penetrarse mutuamente- es la auténtica encarnación recíproca. 

Mi cuerpo, al ser abrazado por otro adquiere presencia para mí.  Abrazándonos, fundiéndonos, nos objetivamos, nos hacemos presentes subjetivamente. Nos comprendemos al compenetrarnos, conocemos al ser al que nos unimos. 

 

 

La emoción está constituida por un temblor afectivo y una sacudida orgánica.

 

La emoción es el preludio de la conciencia, del sentir interior, de la conciencia corporal. Sentimos nuestro corazón agitarse, interrumpirse la respiración, ahogarnos, ponernos rojos o pálidos, erizarnos los pelos, ponerse piel de gallina, estremecerse, un escalofrío recorre las piernas, algo nos inmoviliza, se hace un nudo en el estómago, tirito de contento, me arropo, me arropan, me caliento, me calientan. El temor se convierte en deseo. El deseo se ilumina.

 

 

Los sentimientos

Sentirse a sí mismo, corporalmente, es la base de la proyección del sujeto al mundo exterior. Para sentir, hay que tener previamente una sensibilidad orgánica. Es el punto de partida de la actividad del organismo para subsistir. 

 

Todo organismo vivo, siente. Es vivo porque siente. Esa sensibilidad le permite poner a su organismo en conexión con el mundo exterior. Siente su cuerpo y siente el mundo exterior. A través de su sensibilidad se orienta en el mundo y sacia sus necesidades.

 

Los sentidos se especializan cuando se establece la diferencia entre la actividad para subsistir y la existencia. No es lo mismo la utilización de la boca para nutrirse que para saborear. El primero es la subsistencia, el segundo la existencia. -La utilidad y el placer

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