Ambiente,
emoción y ética
-La cultura de la sostenibilidad- Ramon Folch
RBA Libros S.A. 2012
Recopilación por Joaquín Benito Vallejo
La idea de que el hombre es un animal racional suplanta el
principio de que los hombres son simplemente inteligentes.
Es lo bastante
inteligente para concebir armas nucleares y lo bastante irracional como para
fabricarlas.
El humano pertenece a una especie biológica, pero se cree que todo incluso el universo
está organizado para él, de ese modo, utiliza y se sirve de todas las demás especies y de todos
los recursos planetarios en su propio beneficio actual.
Somos una especie que incide sobre la globalidad a partir de ciertas destrezas culturales que no corresponden a un pensamiento biológico.
En realidad
nos comportamos como una plaga,
una especie oportunista y resistente a los mecanismos de defensa de las demás especies,
a cuya costa crecemos de forma rápida e incontrolada.
una especie oportunista y resistente a los mecanismos de defensa de las demás especies,
a cuya costa crecemos de forma rápida e incontrolada.
El problema
de las plagas es que cavan su propia fosa. Al expandirse a expensas de todo
acaban diezmadas a pequeños stoks residuales. Y acaban con otras especies a la
vez, necesarias para mantener el ecosistema.
No nos
percatamos de nada. Creemos que gobernamos el sistema, cuando es el sistema el
que nos gobierna.
Hay que frenar el boom demográfico, contener la demanda de
energía fósil y redistribuir los recursos económicos.
Nuestro
imperfecto pensamiento nos hace ecológicamente muy agresivos.
Somos una plaga menos inteligente de lo que creemos, las leyes de la ecología nos pararán los pies, no sin dolor ni sufrimiento.
Somos una plaga menos inteligente de lo que creemos, las leyes de la ecología nos pararán los pies, no sin dolor ni sufrimiento.
La tierra no
peligra, ella se regenerará. Los únicos
que peligramos somos las especies vivas y quienes más los humanos. Quien necesita la
atmósfera, el clima, y las demás especies, somos nosotros.
Más de la
mitad de las especies de vertebrados ibéricos desaparecerá en este siglo. Las
mariposas y otros insectos ya lo están haciendo. No creamos que no son
necesarias, cumplen papeles fundamentales en la biosfera.
No tenemos ni siquiera vergüenza para reconocer nuestra brutalidad y autodestrucción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario