LA EDUCACIÓN SIN AMOR NO ES POSIBLE
Joaquín Benito Vallejo
El amor es el pre-requisito básico, esencial e imprescindible para que pueda darse la educación.
¿Pero qué es el amor? La actitud que reconoce al otro como ser, con sus propias cualidades y potencialidades, lo que le hace único, diferente, extraordinario, y al que se le ofrece seguridad, afecto, cuidado, y recursos para desarrollarse plenamente.
¿Y qué
es la educación? El deseo y el hecho de dar todas las posibilidades para que se desarrollen los impulsos y capacidades innatas de todo recién nacido, así como de todas sus potencialidades, para llegar a ser un ser humano pleno y favorecerle su autonomía e independencia psicoafectiva sin cortapisas.
1. El
contexto.
2. El
amor como necesidad biológica
3. El
concepto de amor – claves – su práctica
4. Causas
de su carencia o trastorno -
1.-
El contexto. -bio social- El amor debe enmarcarse como una necesidad
tanto biológica como social determinante de la constitución del individuo
humano. Sin la cual no se configura el ser humano y que por tanto, sus deficiencias darían
lugar a múltiples trastornos.
Como
he apuntado sobradamente en otros apartados, hay una parte del ser humano que
es biológica, y otra parte complementaria que es social, ambas de similar
importancia para el desarrollo del individuo humano.
Sin esas dos entidades no puede darse el ser
humano como tal.
La biología predetermina lo que el ser humano puede llegar a ser.
Mientras que la sociedad es la encargada de posibilitar que los determinantes
biológicos lleguen a florecer. La biología indica la potencialidad del ser. La
sociedad, por su parte, es la encargada de convertir en realidad esa
potencialidad escondida, no florecida aún, inscritas en los genes.
Así
es la vida de misteriosa y plena. Decide que dos partes aparentemente distintas
y contradictorias, sean complementarias y actuando en común entre una y otra
hagan florecer lo que solo era una semilla.
Pero esas partes no son antagónicas en absoluto puesto que la sociedad misma es un producto derivado de la biología ya que los
organismos más arcaicos viven en sociedad, y todas las características que ha
desarrollado la sociedad: colaboración, altruismo, empatía, ayuda, etc., se han
consolidado porque son necesarias para el ser vivo. Luego lo social es hijo de
lo biológico y complementa una parte que aquella deja inconclusa actuando en
colaboración, encargándose de cumplimentar parte de lo que la biología es en
esencia.
La
parte biológica viene predeterminada por toda la historia de la vida más allá
del nacimiento de la primera célula incluso, puesto que para que la célula haya
llegado a aparecer ha debido darse previamente una serie de conjunciones físicas
y químicas dentro de un universo que lo ha hecho posible.
En
realidad, todos los seres vivos necesitan para su pleno desarrollo algo más que
lo biológico. Necesitan el medio entorno, incluido en este tanto los individuos
de la misma especie como de otras que configuran ese entorno haciendo de él un
ecosistema.
Pero a medida que se va creciendo en la escala evolutiva hasta
llegar al hombre, lo social se va configurando como un medio preponderante
distinto y decisivo para el desarrollo del individuo.
En esta escala evolutiva,
la biología deja cada vez un campo más importante sin concluir, que ha de
hacerlo la sociedad. La biología deja esbozados una serie de cualidades que la
sociedad debe llevar a cabo. Y estas cualidades pueden definirse como las más
plenamente humanas. En la esfera de esas cualidades se encuentra el amor.
En
la parte social los encargados más directos y concretos de llevar a cabo esa
tarea son los padres del recién nacido o nacida, que son quienes mantienen el
contacto directo con la criatura. Pero más allá de ellos están todos los seres
con los que se va a relacionar el niño o la niña. Y de un modo más genérico aún,
toda la sociedad en la que están implícitos sus valores y la cultura aprendida
y desarrollada desde tiempo inmemorial.
Así
pues, quienes han de hacer realidad ese sueño que es el recién nacido, para
convertirlo en un ser humano íntegro, son las personas que están a su
alrededor, de quienes ha nacido, los padres, padre y madre, o en su falta, los
encargados de realizar esa labor paterno maternal.
¿Y
qué es lo que han de hacer el padre y la madre, o en su falta, por la razón que
sea, las personas que se dedican a cuidar a la criatura?
El niño
humano nace inmaduro y completamente dependiente de los demás, no solo a
niveles psíquicos, sino también físicos, lo que no ocurre en las demás
especies.
Los
padres no solo deben satisfacer sus necesidades físicas como la alimentación,
la salud y la higiene, etc.
Hasta ahora una parte importante de la sociedad
solo tenía en cuenta prácticamente esta cuestión dando por hecho que los
potenciales psicológicos o no existían o servían para poco. -Porque nuestra
sociedad valora, lo que considera útil, efectivo, y desvaloriza lo afectivo- Y
la utilidad o efectividad se reduce en último término a lo que nos produce un
beneficio económico o material. En muchos casos los hijos eran considerados
como un animal doméstico que hace una labor dentro de la familia y la sociedad,
y por ello además de alimentarle se le domesticaba para que cumpliera bien su
función.
Pero
no es así, es obvio decirlo, los padres, cuidadores, personal sanitario, aparte
y además de proporcionar los cuidados físicos y satisfacer las necesidades
correspondientes deben además hacer posible la satisfacción de sus
necesidades psíquicas, como es el desarrollo de todos sus impulsos naturales y
sus potenciales y capacidades de crecimiento y de realización que todo ser
humano lleva implícito en su ser. Posibilitar este desarrollo conlleva a su vez
darle protección y seguridad psíquicas, respeto a su individualidad, afirmarle
como ser con sus propias características y derechos. Conlleva estar atentos a
sus necesidades y deseos, estar solícito, disponible, darle ternura, contacto
corporal estimulante y protector, acogimiento, apoyo, respeto. Y encaminarle hacia
su propia independencia y autonomía física y sobre todo psicoafectiva. Este
conjunto de actitudes es lo que vamos a denominar amor.
El
factor más importante, decisivo y primario de la educación debe ser EL AMOR,
porque él es la garantía del desarrollo íntegro del recién nacido, en cuyo
defecto o privación se darán diversos trastornos en su integridad y desarrollo.
2.- El amor como necesidad biológica.
Según diversos autores, el
amor es concebido como una necesidad biológica, que la sociedad encarnada en
los padres o cuidadores ha de desarrollar e implantar para que el niño, llegue
a ser un ser humano integro.
Maturana -“la biología del amor” [1]- repite constantemente el carácter
biológico del amor, entendiendo con esto lo dicho antes, cómo la biología hace
necesaria la sociedad y sus cualidades para el desarrollo pleno del ser humano:
“Los seres humanos, somos seres
biológicamente amorosos como el rasgo distintivo de nuestra historia evolutiva”
y de nuestra especie. “el
amor ha sido la emoción central conservada en la historia evolutiva que nos dio
origen”. En otros lugares Maturana dice que el contexto emocional es
determinante de lo que somos y la emoción primordial es el amor.
El amor es
considerado como el respeto al otro como otro en la convivencia, como distinto
ser, con similares derechos. “enfermamos cuando se nos priva de amor porque
ella es la emoción fundamental en la cual transcurre nuestra existencia
relacional con otros y con nosotros mismos.” (Hablaremos
después de las causas que provoca la carencia del amor, o sus trastornos.)
“El amor es un fenómeno
relacional -de origen biológico- relativo a
la clase de conductas que desarrollamos por las cuales el otro surge como un
legítimo otro en la convivencia cercana.” “Si no hay amor no hay socialización
genuina. Una sociedad tiende a su
desintegración si se acaba el amor entre sus miembros.”
El
amor lo define como “la aceptación del otro junto a uno en
la convivencia.” “Es el fundamento
biológico del fenómeno social. Sin amor, sin aceptación del otro junto a uno no
hay socialización y sin socialización no hay humanidad. Cualquier cosa que
limite o destruya la aceptación del otro junto a uno, destruye el fenómeno
social” La educación entra dentro de esos parámetros sin los que no puede darse
como verdadera.
La HAPTONOMIA [2] nos dice: “El ser humano ha sido
concebido para el contacto con sus semejantes, particularmente, el contacto
afectivo que le proporciona seguridad.” –(Vuelve a aparecer el cariz biológico
como entidad del amor. “Concebido” significa biológico, y a su vez, que el ser
humano necesita el medio social para desarrollarse plenamente como humano. Es
decir que biológicamente el medio social es imprescindible para seguir
desarrollando los componentes humanos que vienen ya inscritos por los genes. Y
dentro del medio social es fundamental el contacto con otros seres, ese
contacto real, corporal, afectivo, debe ser para dar seguridad, reconocimiento,
atención, respeto… al recién nacido, como una premisa fundamental para su
desarrollo humano. La H. nos habla del carácter biológico y social a la vez, y
concretiza las cualidades de cómo ha de ser el amor.
Dentro de la atención y
cuidado que debe desempeñar la sociedad se destacan dos aspectos, unos de tipo
físico y otros de ámbito psíquico. Como muy bien nos dice Montagú -el
contacto humano-, [3] “Las necesidades básicas del organismo vivo
son la supervivencia física, oxígeno, comida, líquido, sueño, descanso,
actividad, excreción, evitar el dolor y estímulos nocivos. Hay que subrayar no obstante
que para que el cerebro se desarrolle adecuadamente también es necesario ese cuidado
físico, sobre todo en cuanto a alimentación y salud- Pero la supervivencia
física no es lo que hace a los seres humanos, ello es solo una condición
primigenia.” Y Maturana también nos
dice: “Los seres vivos tienen dos dimensiones de existencia. Una
es su fisiología, anatomía, estructura, la
otra corresponde a sus relaciones con otros seres, su existencia como
totalidad. Lo que nos constituye como humanos es este dominio relacional donde
se configura nuestro ser. Todo lo espiritual, los valores, la historia, la
filosofía pertenecen al ámbito de las relaciones”
Los padres han de atender
esas necesidades físicas, pero también y tanto o más importante es que atiendan
a sus necesidades psíquicas, que gran mayoría de padres y educadores no tienen
en cuenta.
“La realización de la humanidad se basa en impulsos
que constituyen la necesidad de amor, ser amado y dar amor. En la jerarquía de
las necesidades -psíquicas- el amor es el supremo agente de desarrollo de la
humanidad de la persona. El amor está en el centro alrededor del cual giran las
otras necesidades. El amor es la más básica de todas las necesidades porque es
el alimento del que tanto la salud física como mental extraen sus fuerzas. El
amor es la forma suprema de comunicación humana.”
Montagú habla aquí, de que
el amor es la suprema necesidad, más allá de lo físico, y sin la cual no se
accede al estatus de lo considerado “humano.”
Y Maturana también lo corrobora:” El
organismo existe en una armonía interna que se pierde cuando sus relaciones e
interacciones con los demás dejan de ser congruentes. La negación del amor
rompe esta congruencia y da origen a alteraciones fisiológicas que hacen
posible alteraciones en todos los procesos homeostáticos. La mayor parte
del sufrimiento humano y de las enfermedades, tienen su origen en la negación
del amor.”
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